MIL DIOSES
La noche tiene mil ojos, el día
uno sólo.
Cuanto más cerca está la aurora,
más negra es la noche y más brillan las estrellas, son los ojos de los dioses.
Si consigues traspasar el velo pintado de negro, verás que la noche no es
oscura, que resplandece y brilla. Es la morada de los dioses, deslumbrante de
color, repleta de formas y tonalidades, dinámica que no estática, en incesante
movimiento, cambiante en su apariencia pero no en su esencia. Ahí está el
aspecto invisible de la naturaleza, la creatividad, el germen de la belleza.
Ellos son los dueños, son mil y además paradójicamente infinitos. Te pueden dar
y te pueden negar pero si consigues penetrar en sus dominios podrás comprender.
Pregunta y te contestarán.
Esto es lo que pude captar en su
incesante movimiento.
No es una abstracción, desde
cualquier ángulo los dioses se manifiestan en mil formas cambiantes, de seres
humanos o parahumanos, de animales o figuras teriomórficas, en ídolos, etc. Si
te paras un poco u observas la imagen quietamente, los veras surgir.
Díptico 2 (130x130)
Acrílico y esmalte sobre tela
Aviso a navegantes:
No hay ocho cuadros, es el mismo
cambiando de posición.
Todo lo dicho es inventado, pero
solo en un 50 %.
Etiquetas: abstracto, elucubraciones, pintura